Se me va el tiempo. Cambie todo,
bueno, no del todo. Mejor dicho, cambie a todos. Sigo llegando al mismo lugar,
en donde las memorias se fueron, me invente una vida nueva y empecé de nuevo,
sin rencor, sin nostalgia, sin nada, desde cero, estoy mejor, un trabajo que no
quiero, que no me gusta, pero es lo único que encontré, con un intento amigos
que me caen mal, viviendo la vida que toca vivir, pero en conclusión me va más
o menos bien.
-
Alo. ¿Cómo
estás? – La voz que me inunda las noches y me alegras los días.
-
Hola. Yo
ando bien ¿Tu q tal? Supongo que pensando en mi jajaja. - Mi pregunta clásica de las primeras horas del
día, la digo en mi afán de empezar bien el día.
-
Si mi
amor, ¿Es lo que querías escuchar no?
Aunque para serte sincera ¡No! Jajaja. – Pamela, La chica que ahora me quita es
sueño, la que me tiene pendiente una vez más de lo que digo, de lo que hago y
dejo de hacer, la que como dije antes me inunda los días, me arregla el
desorden de vida que tengo, la que me mantiene feliz.
-
Ja.
Empezaste haciéndote la graciosa, me parece bien. Hoy trabajas hasta…
-
Dos de la
tarde ¿Pasas por mi? - Quedo en silencio
un momento y es que tenía planes para las dos de la tarde, planes muy
importantes, pero ¿Qué más da?, todo puede esperar y analizando prioridades,
quiero verla.
-
Oye pero
no quiero ir a comer a ninguna lado, así que por qué mejor no vienes por aquí y
preparas algo jajaja, es broma, A las dos vienes y vemos lo que hacemos ¿SI? –
Quiero verla estoy seguro pero aun no me acostumbro a eso de salir, es un tanto
raro pero la idea de salir con ella y estar rodeado de gente me molesta
atemoriza o una mezcla ntre ambas sensaciones. Al instante noto el disgusto en
su voz, el disgusto de siempre.
-
Pero yo
quiero ir a algún lado, rara vez salimos nunca hacemos nada. ¿Por qué siempre
eres así? - ¿Por qué siempre soy así? Porque quiero, Porque no me gusta, Porque
me da la gana.
-
Estoy
cansado tengo que hacer muchos papeles y si salimos perdería un tiempo que no
debo perder, te prometo que el fin salimos ¿Si? Anda no te enojes y dime q
vendrás.
-
Ok. Pero
tendrá que inventarte algo porque enserio me haces enojar y ya me arruinaste el
día, enserio ya tenía planeado a donde iríamos hoy. – Es muy probable que
tuviera todo planeado, no había ningún día en el que no tratara de salirse con
la suya y de obligarme a hacer lo que ella quería, y durante los poco más de
seis meses nunca lo ha logrado. Debo decir que aprendí bien aunque con un alto
costo.
-
Listo
entonces te espero, oye está entrando una llamada tengo q colgar.
-
Tú y tus
llamadas inoportunas, pero bueno nos vemos más tarde, sorpréndeme, de lo
contrario no te perdono. Adiós espérame con 2 besos. - Nunca entendí sus dos
besos, quizás lo saco de alguna novela, películas tonta, pero bueno así era ella.
-
Ok, ya
hablamos Adiós cuídate.
-
¿En qué
quedamos? ¿Tengo que recordártelo a cada rato? Antes eras diferente antes eras
mas cariñoso ¿Qué te paso? – No me paso nada estás loca, Sigo siendo el mismo.
-
Lo siento
es que tengo que contestar, aunque ya cortaron. Nos vemos después cuídate mucho
y un besote para ti. – Palabras por compromiso para evitar discusiones tontas.
– Están llamando otra vez tengo que colgar. Adiós.
-
Adiós
amor.
La llamada insistente era la de
mi almohada. A ver. Ahora 5 minutos al teléfono es suficiente. 6 minutos era
demasiado y 7 era un crimen. Ya estoy despierto y el poco sueño que me quedaba
se esfumo con las palabras de la conversación. No sé si estoy aburrido de todo
esto, en teoría debo ser feliz, trabajo, vivo solo hago lo que quiero y tengo
una mujer que me aguanta, ¿Qué es lo que me falta? Quizás un perro, pero la
idea de estar limpiando y sacarlo a pasear me quitaría mucho tiempo, aunque me
haría compañía, pero existe la posibilidad de que algún día lo descuide, mejor
no, mejor me quedo igual y sin perro. Lo mismo de siempre, me levanto desganado,
me afeito desganado, me baño desganado mientras me inundo de ganas de volver a
la cama. Las noches debería durar más, tanto como para divertirte durante más
tiempo a oscuras como para dormir un par de horitas, creo que coincidiría con
mucho que todo el ajetreo diario empezara a golpe de 11am. Que todos durmiéramos
felices hasta las diez, que los gallos cantaran a las 9, sería perfecto llegar
de madrugada, a eso de las 8am. Luego de divertirse, pero bueno en este mundo las
cosas no son así.
Me veo al espejo y efectivamente
el tipo gordito y chiquito que era yo a los 6 años desapareció y abrió paso al
tipo de 25 no tan chiquito y no tan gordito que soy ahora, con la misma adicción
a los chocolates pero con una nueva pasión, la música, cosa que siempre me
llamo la atención y es que la frase sagrada del “Sexo, Drogas y Rock&Roll” creo
que encanta a muchos, aunque algunos se queden en las drogas, personalmente
prefiero las otras dos, son más baratas y dan más satisfacción. De muy niño
siempre soñé con los escenarios, la gente coreando mis canciones y mi nombre,
la ropa interior volando por los aires, brasieres, tangas y porque no un par de
bóxers, a las finales me quede con las ganas de todo eso. Volvamos al espejo 25
años encima nada productivos, aunque me sienta el sabelotodo sé que no sé nada,
pero por lo menos se mas que los gorditos de 6 años y con eso me contento de
momento.
Un desayuno rápido acompañado de
los chismes clásicos de la televisión peruana, mientras arreglo los papeles
alborotados y enumero cada una de las tareas a realizar en las próximas horas,
mis sentido arácnido se activa, ok, no tengo sentido arácnido pero decir mi sexto
sentido seria sonar muy nena, mi sentido arácnido se activa al escuchar la puerta
de un auto en frente de mi casa, es en ese momento me digo a mi mismo “Van a
tocar la puerta”. El sonido del timbre se hace presente, mi sentido arácnido nunca
falla, mi sentido arácnido es más común que arácnido.
-
Buenos días
señor. – Me sorprendo al instante ¿Qué hace un tipo flacucho de unos 50 años,
barba a medio crecer, con un chupetín en la boca y un un ramo de rosas en mi
puerta?
-
Buenos días,
¿A quien busca? – Respondo medio atontado intentando no reírme.
-
A la
Señorita María Rosas, estas rosas son para ella. - Que cojudo. Rosas para María
Rosas. Pero bueno, hasta donde recuerdo María no vivía conmigo ni con los vecinos.
-
Bueno aquí
no vive ninguna María se equivoco de dirección.
-
Tiene razón.
Mil disculpas la dirección es la de al lado.
Rosas. Quizás a Pamela le agrade,
Se la pasa diciéndome que no soy detallista y que tan solo lo fui al principio,
tiene razón lo fui al principio, creo que no es una buena carta de presentación
decirle “Hola soy frio, amargado y nada detallista”, Lo veía venir no se puede
quejar, a veces me digo en el silencio de mi
cama, porque no puedo quererla un poco más, me costó mucho tiempo encontrar
a alguien así, esta mujer es lo más cerca a la perfección que siempre he
desead. No me entiende pero hace el intento, madura en ciertos momentos y una
completa niña en otros, físicamente tienes las caderas que siempre me gustaron
y el tipo de ojos que siempre llama la atención, lo que más me gusta de ella, la
mirada de niña buena que quiere portarse mal, ok suena ridículo pero así es,
eso es lo que me gusta más. Las cosas que no me gustan creo que están de más,
lo que más detesto podría ser que le hace falta algo, no sé lo que es pero
estoy seguro que le falta algo, aunque quizás el algo me falte a mí, no la
quiero con locura no hay nada de locura ni pasión ni desenfreno, pero quizás esas
cosas son para adolescentes, quizás esas ganas desparecen al pasar los veinte. Y
veinte son los minutos que hacen falta,
camino toda la calle mercaderes mirando a la gente pasar y mientras la gente me
mira pasar me percate de un rostro familiar.
-
Sebastián. – El rostro familiar se vuelve una
voz familiar, una sonrisa familiar y tanta familiaridad me estremece.
-
Sofía, ¿Qué haces por aquí? ¿Qué es de tu vida? –
no podía preguntar nada más.
-
Aquí caminando, tengo que encontrarme con mi
mama. – Su mama era sinónimo de comida, esa señora era de las que amaban
cocinar e invitar a todo el mundo, pensar en ella simplemente da hambre.
-
Tu mami, me la saludas y le dices que me invite
a comer, oye estoy apurado, sigues con el mismo celular hay que vernos uno de
estos días. – Dudo mucho que la Sra. Estela esté dispuesta a invitarme a comer,
espero que a estas alturas ya no me odie tanto.
-
No, lo cambie pero si tengo tu numero, bueno
tengo el que tenias en la universidad. ¿Es el mismo? – En un principio no
cambie el numero esperanzado en que me volviera a llamar, luego olvide cambiarlo
y bueno para que cambiarlo no pienso memorizar otro número, es mas creo que moriré
con ese número en mi lapida.
-
Es el mismo, me llamas para ver si quedamos,
tengo que irme Sofía cuídate mucho y saludos a todos en tu casa.
-
Uy porque tan apurado jajaja, bueno te llamo entonces,
Bye cuídate.
Se alejo y se perdió entre la
gente, seguía igual, los mismos ojos las mismas caderas, la misma mirada y las
misma sonrisa, la misma voz escandalosa. Llegue al lugar abrace a Pamela y sentí
ese algo que le faltaba, ese algo se había perdido entre la gente hace un
momento.