miércoles, 26 de junio de 2013

En el momento de siempre cuando menos te espero



Se me va el tiempo. Cambie todo, bueno, no del todo. Mejor dicho, cambie a todos. Sigo llegando al mismo lugar, en donde las memorias se fueron, me invente una vida nueva y empecé de nuevo, sin rencor, sin nostalgia, sin nada, desde cero, estoy mejor, un trabajo que no quiero, que no me gusta, pero es lo único que encontré, con un intento amigos que me caen mal, viviendo la vida que toca vivir, pero en conclusión me va más o menos bien.

-        Alo. ¿Cómo estás? – La voz que me inunda las noches y me alegras los días.
-        Hola. Yo ando bien ¿Tu q tal? Supongo que pensando en mi jajaja. -  Mi pregunta clásica de las primeras horas del día, la digo en mi afán de empezar bien el día.
-        Si mi amor, ¿Es lo  que querías escuchar no? Aunque para serte sincera ¡No! Jajaja. – Pamela, La chica que ahora me quita es sueño, la que me tiene pendiente una vez más de lo que digo, de lo que hago y dejo de hacer, la que como dije antes me inunda los días, me arregla el desorden de vida que tengo, la que me mantiene feliz.
-        Ja. Empezaste haciéndote la graciosa, me parece bien. Hoy trabajas hasta…
-        Dos de la tarde ¿Pasas por mi? -  Quedo en silencio un momento y es que tenía planes para las dos de la tarde, planes muy importantes, pero ¿Qué más da?, todo puede esperar y analizando prioridades, quiero verla.
-        Oye pero no quiero ir a comer a ninguna lado, así que por qué mejor no vienes por aquí y preparas algo jajaja, es broma, A las dos vienes y vemos lo que hacemos ¿SI? – Quiero verla estoy seguro pero aun no me acostumbro a eso de salir, es un tanto raro pero la idea de salir con ella y estar rodeado de gente me molesta atemoriza o una mezcla ntre ambas sensaciones. Al instante noto el disgusto en su voz, el disgusto de siempre.
-        Pero yo quiero ir a algún lado, rara vez salimos nunca hacemos nada. ¿Por qué siempre eres así? - ¿Por qué siempre soy así? Porque quiero, Porque no me gusta, Porque me da la gana.
-        Estoy cansado tengo que hacer muchos papeles y si salimos perdería un tiempo que no debo perder, te prometo que el fin salimos ¿Si? Anda no te enojes y dime q vendrás.
-        Ok. Pero tendrá que inventarte algo porque enserio me haces enojar y ya me arruinaste el día, enserio ya tenía planeado a donde iríamos hoy. – Es muy probable que tuviera todo planeado, no había ningún día en el que no tratara de salirse con la suya y de obligarme a hacer lo que ella quería, y durante los poco más de seis meses nunca lo ha logrado. Debo decir que aprendí bien aunque con un alto costo.
-        Listo entonces te espero, oye está entrando una llamada tengo q colgar.
-        Tú y tus llamadas inoportunas, pero bueno nos vemos más tarde, sorpréndeme, de lo contrario no te perdono. Adiós espérame con 2 besos. - Nunca entendí sus dos besos, quizás lo saco de alguna novela, películas tonta, pero bueno así era ella.
-        Ok, ya hablamos Adiós cuídate.
-        ¿En qué quedamos? ¿Tengo que recordártelo a cada rato? Antes eras diferente antes eras mas cariñoso ¿Qué te paso? – No me paso nada estás loca, Sigo siendo el mismo.
-        Lo siento es que tengo que contestar, aunque ya cortaron. Nos vemos después cuídate mucho y un besote para ti. – Palabras por compromiso para evitar discusiones tontas. – Están llamando otra vez tengo que colgar. Adiós.
-        Adiós amor.

La llamada insistente era la de mi almohada. A ver. Ahora 5 minutos al teléfono es suficiente. 6 minutos era demasiado y 7 era un crimen. Ya estoy despierto y el poco sueño que me quedaba se esfumo con las palabras de la conversación. No sé si estoy aburrido de todo esto, en teoría debo ser feliz, trabajo, vivo solo hago lo que quiero y tengo una mujer que me aguanta, ¿Qué es lo que me falta? Quizás un perro, pero la idea de estar limpiando y sacarlo a pasear me quitaría mucho tiempo, aunque me haría compañía, pero existe la posibilidad de que algún día lo descuide, mejor no, mejor me quedo igual y sin perro. Lo mismo de siempre, me levanto desganado, me afeito desganado, me baño desganado mientras me inundo de ganas de volver a la cama. Las noches debería durar más, tanto como para divertirte durante más tiempo a oscuras como para dormir un par de horitas, creo que coincidiría con mucho que todo el ajetreo diario empezara a golpe de 11am. Que todos durmiéramos felices hasta las diez, que los gallos cantaran a las 9, sería perfecto llegar de madrugada, a eso de las 8am. Luego de divertirse, pero bueno en este mundo las cosas no son así.
Me veo al espejo y efectivamente el tipo gordito y chiquito que era yo a los 6 años desapareció y abrió paso al tipo de 25 no tan chiquito y no tan gordito que soy ahora, con la misma adicción a los chocolates pero con una nueva pasión, la música, cosa que siempre me llamo la atención y es que la frase sagrada del “Sexo, Drogas y Rock&Roll” creo que encanta a muchos, aunque algunos se queden en las drogas, personalmente prefiero las otras dos, son más baratas y dan más satisfacción. De muy niño siempre soñé con los escenarios, la gente coreando mis canciones y mi nombre, la ropa interior volando por los aires, brasieres, tangas y porque no un par de bóxers, a las finales me quede con las ganas de todo eso. Volvamos al espejo 25 años encima nada productivos, aunque me sienta el sabelotodo sé que no sé nada, pero por lo menos se mas que los gorditos de 6 años y con eso me contento de momento.
Un desayuno rápido acompañado de los chismes clásicos de la televisión peruana, mientras arreglo los papeles alborotados y enumero cada una de las tareas a realizar en las próximas horas, mis sentido arácnido se activa, ok, no tengo sentido arácnido pero decir mi sexto sentido seria sonar muy nena, mi sentido arácnido se activa al escuchar la puerta de un auto en frente de mi casa, es en ese momento me digo a mi mismo “Van a tocar la puerta”. El sonido del timbre se hace presente, mi sentido arácnido nunca falla, mi sentido arácnido es más común que arácnido. 

-        Buenos días señor. – Me sorprendo al instante ¿Qué hace un tipo flacucho de unos 50 años, barba a medio crecer, con un chupetín en la boca y un un ramo de rosas en mi puerta?
-        Buenos días, ¿A quien busca? – Respondo medio atontado intentando no reírme.
-        A la Señorita María Rosas, estas rosas son para ella. - Que cojudo. Rosas para María Rosas. Pero bueno, hasta donde recuerdo María no vivía conmigo ni con  los vecinos.
-        Bueno aquí no vive ninguna María se equivoco de dirección.
-        Tiene razón. Mil disculpas la dirección es la de al lado.

Rosas. Quizás a Pamela le agrade, Se la pasa diciéndome que no soy detallista y que tan solo lo fui al principio, tiene razón lo fui al principio, creo que no es una buena carta de presentación decirle “Hola soy frio, amargado y nada detallista”, Lo veía venir no se puede quejar, a veces me digo en el silencio de mi  cama, porque no puedo quererla un poco más, me costó mucho tiempo encontrar a alguien así, esta mujer es lo más cerca a la perfección que siempre he desead. No me entiende pero hace el intento, madura en ciertos momentos y una completa niña en otros, físicamente tienes las caderas que siempre me gustaron y el tipo de ojos que siempre llama la atención, lo que más me gusta de ella, la mirada de niña buena que quiere portarse mal, ok suena ridículo pero así es, eso es lo que me gusta más. Las cosas que no me gustan creo que están de más, lo que más detesto podría ser que le hace falta algo, no sé lo que es pero estoy seguro que le falta algo, aunque quizás el algo me falte a mí, no la quiero con locura no hay nada de locura ni pasión ni desenfreno, pero quizás esas cosas son para adolescentes, quizás esas ganas desparecen al pasar los veinte. Y  veinte son los minutos que hacen falta, camino toda la calle mercaderes mirando a la gente pasar y mientras la gente me mira pasar me percate de un rostro familiar.

-        Sebastián. – El rostro familiar se vuelve una voz familiar, una sonrisa familiar y tanta familiaridad me estremece.
-        Sofía, ¿Qué haces por aquí? ¿Qué es de tu vida? – no podía preguntar nada más.
-        Aquí caminando, tengo que encontrarme con mi mama. – Su mama era sinónimo de comida, esa señora era de las que amaban cocinar e invitar a todo el mundo, pensar en ella simplemente da hambre.
-        Tu mami, me la saludas y le dices que me invite a comer, oye estoy apurado, sigues con el mismo celular hay que vernos uno de estos días. – Dudo mucho que la Sra. Estela esté dispuesta a invitarme a comer, espero que a estas alturas ya no me odie tanto.
-        No, lo cambie pero si tengo tu numero, bueno tengo el que tenias en la universidad. ¿Es el mismo? – En un principio no cambie el numero esperanzado en que me volviera a llamar, luego olvide cambiarlo y bueno para que cambiarlo no pienso memorizar otro número, es mas creo que moriré con ese número en mi lapida.
-        Es el mismo, me llamas para ver si quedamos, tengo que irme Sofía cuídate mucho y saludos a todos en tu casa.
-        Uy porque tan apurado jajaja, bueno te llamo entonces, Bye cuídate.

Se alejo y se perdió entre la gente, seguía igual, los mismos ojos las mismas caderas, la misma mirada y las misma sonrisa, la misma voz escandalosa. Llegue al lugar abrace a Pamela y sentí ese algo que le faltaba, ese algo se había perdido entre la gente hace un momento.  


lunes, 20 de agosto de 2012

CAMILA


Casaca de cuero, cigarros en el bolsillo de atrás. Sobreviviendo, con la mano hinchada de tanto golpear. Remordimiento de conciencia, satisfacción a costa de lágrimas ajenas. El problema es que me sentía una porquería, la solución simplemente pedir perdón, aunque era demasiado estúpido hacerlo. Justificación, mi complejo de superhéroe. Error actuar antes de que sucedan las cosas.

-          Alo Sofí ¿Estas en clases? – Pregunta un tanto estúpida, era obvio que estaba en clases.
-          Si, que quieres, ni vengas por que no quiero verte. – tenia toda la maldita razón de estar enojada.
-          No, tengo que hacerlo, en serio necesito hablar contigo. – Colgó antes de que empezara a hablar.

Emprendí el camino de 10 minutos, sin cigarro en mano ya que la peor idea seria tranquilizarme y ahumar mis palabras, eso seria otro error. La situación era la perfecta, intermedio de clases, todos ocupados poniéndose al día tal vez del show que se dio el fin anterior o simplemente de mi llegada, Sofi sentada sola sin nadie en la carpeta de atrás ni en la de adelante, las miradas de todos fijas en otro lugar, al momento de sentarme cautelosamente, las miradas fueron hacia el sitio objetivo, es como si el sonido de la cajetilla al ser aplastada hubiese sido la alarma del lugar.

-          Ya, di lo que tengas que decir. – Mirada de sorpresa, ojos enrojecidos de tanto llorar.
-          Ok, pero mírame para saber que me prestas atención.
-          Estoy atendiendo así que si quieres hablar empieza y no jodas con que te tengo que mirar.
-       Esta bien relájate, para empezar, quiero pedirte perdón te puedo hablar una hora dándote mis razones pero al final no existe ninguna razón lógica para justificar lo que hice.
-       Jajaja ¿Para eso has venido hasta aquí? Mmm no pero sabes que quiero escuchar tus razones no lógicas, así que empieza.
-      Le di las razones no lógicas en hora y media, entre risas, reclamos, odio y demás cosas raras para la situación.
-        Ya, se que no me vas a perdonar, pero en serio lo siento y también se que no soluciona nada, pero solo quería que lo sepas.
-        Ah no se me da igual, tal vez te llegara alguna notificación porque le conté a mi mama y ella cree que lo mejor es hacer una denuncia y ósea a mi me da igual todo, es tu vida si lo que quieres lograr es  ser un imbécil sigue actuando así, vas por buen camino. – Como siempre tan sutil con sus comentarios.
-       Ok, en serio lo siento, si me quieres odiar hazlo, si quieres una denuncia hazla, si te sientes mas segura así, no tengo ningún problema, solo quiero que sepas que estoy arrepentido. - No necesitaba su perdón, corrección necesitaba su perdón para andar mas tranquilo.
-    Sabes, no entiendo el porque así que dime otra vez, aprovechando que falta un curso mas, hazme entender que paso por tu cabeza.
-          Sofí ya no tenemos nada mas de que hablar no sigamos dándole vueltas a este asunto.
-          ¿No te vas a quedar a clases?
-          No, tengo algo importante que hacer.
-          ¿Más importante que las clases?
-          Si, aparte no traje mochila.
-          Espérame un rato voy a ver la lista.
-          No, sofí ya me voy
-     Espérame te digo para seguir hablado. – La duda de si quedarme o irme me invadió, las ganas de quedarme y conversar, de verla y estar como antes no me dejaban tranquilo, mientras ella se ponía de pie decidí salir.
-          Adiós.

Mas intranquilo que antes me marche, la cita era a las 8:30, me esperaba el mundo que deje hace mucho y que tenia el potencial para pararme otra vez.

-          Alo Diego ¿Dónde estas? Llego en 10min. Pero dime exactamente por donde vas.
-          Estoy afuera del estudio, mi amiga Camila ya esta adentro asi que ya perdiste te la presento al final, cuando dejen de tocar y apúrate porque Ronald nos dio sitio adelante y de repente  te quitan el sitio.
-          Ok, chau chau.

Al llegar todo seguía igual como hace 4 años, el aroma de la alfombra con cenizas, el calor del lugar por el contra placado de las paredes, el sonido de la filtración en los amplificadores, definitivamente me gustaba estar ahí. 

-     Bueno, muchas gracias a todos por haber venido a esta primera presentación, tomare mi guitarra e invitare a un par de amigos con los que tenemos un nuevo proyecto junto a una Srta. Que tiene una gran voz, Camila. 

Camila subió es difícil describirla, definitivamente los mas resaltante de ella, lo que te dejaba tonto, eran sus ojos verdes muy claros, en general era demasiado hermosa quede imbécil, para variar, desde que se paro en frente mío. Un momento de silencio, miradas dirigidas solo ha ella, a Camila, fue increíble el ruptura acústica que se dio cuando ella se dispuso a cantar la voz, cada acorde mezclado con la melodiosa voz impulsada por el diafragmas, hacia que mas de uno se quedara inmóvil ante la presencia escénica que poseía, canción tras canción iba cautivando a cada ser de ese espacio tan reducido pero tan perfecto para la ocasión. Inevitablemente en mi estupidez momentánea, hipnotizado tal vez por cada sonrisa o cada mirada que de rato en rato intercambiaba con Camila, moví torpemente mi torpe pie para Pasar a una postura mucho más varonil que llame la atención de la Srta. que tenia en frente, el torpe pie choco directamente al trípode que sostenía las letras de donde ella se guiaba mientras cantaba, con lo nervios exageradamente presente y con una sonrisa que paso de ser coqueta a ser de “que tiene este imbécil” rápidamente sostuvo las hojas para no agraviar mas la situación y arruinar al presentación, la mire fijamente pidiendo perdón, con la perfecta personalidad que poseía, me dedico una sonrisa y guiño el ojo aceptando mis disculpas. La presentación termino, me acerque inmediatamente.

-          Sebastián, te presento a Camila nuestra nueva adquisición.
-          ¿Nueva adquisición?, ni que fuera un guitarra. Hola Sebastián soy Camila casi me arruinas a la mitad de la canción.
-          Lo siento, gracias a tus reflejos no paso a mayores, solo fue un tropiezo, Oye pero dime Sebas es mas corto y no tan formal. – Esta mujer era demasiado directa, debo decir que me intimidó desde el primer momento
-          Ok, Sebas ¿Vamos a tomar algo? – Lo dijo decidida mientras guiñaba el ojo derecho
-          Esta bien, para que termines de aceptar mis disculpas.

Camila era una mujer de las decididas, las directas, las que no se guardaba nada. Alucinaba que era la perfección hecha persona y que tenía a diez mil hombres rogándole por eso se tomaba la molestia de escoger. La verdad es que lo único interesante aparte de su voz, sus ojos y ese par de perfectas piernas era el exceso de ego que tarde o temprano terminaba ahuyentando a todos. Conmigo le basto solo una hora y un buen café, para ofrecerme terminar la conversación en otro lugar.

sábado, 28 de julio de 2012

Adios una vez mas


Estoy arto, en realidad un poco, solo un poco cansado de no dormir o mejor dicho de dormir de día. Estoy cansado de no comer a mis horas y de malgastar mí tiempo, bueno, de pasar mi tiempo con gente desconocida, con mujeres desconocidas. En realidad estoy aburrido de pasar las noches con mujeres, cosa que es completamente normal lo raro seria pasarlas con hombres aunque no, definitivamente no estoy ni arto, ni aburrido, ni cansado de nada; simplemente estoy  en una crisis de personalidad, en la que no me siento bien siendo como soy, crisis en la que la conciencia que tenia hace algún tiempo se hace presente diciéndome: “Eso no se hace, piensa en Lucia”. Yo no quería pensar la lucia, me hacia daño el hacerle daño pero hacia ya muchos días que no la llamaba como diría Enrique la estaba haciendo de marica, sin contestar el celular sin haberle las veces que nos encontrábamos en internet, pero no reunía el valor necesario para decirle “no mas”.

-        Alo, Esta noche vamos a… - Con las mismas ganas de siempre, tenia que salir las noches en mi casa ya no tenían sentido sin un poco ese no se que, que te da salir.
-        Tenemos un problema ya que tenemos un solo lugar al que ir, pero el que decide eres tu yo iré de todas formas. – en si ¿Cuál será el maldito problema?
-        Habla y dame todos los detalles, fácil y es un lugar al que yo no voy a querer ir, pero hay tantos de esos que no se cual puede ser. – No tenía la menor idea sobre a que se refería Enrique.
-       Ya mira la fiesta tiene potencial y promete mucho para mí, para ti no creo, es en la casa de Sofi y es su fiesta de despedida, Sofi se va mi hermano, Se va. – Si pues, el lugar era el gran problema.
-         Y cual es el problema, yo voy normal así que dime la hora.
-       ¿Seguro? Bueno paso por tu casa a las 10:00pm ¿Esta bien esa hora? - ¿A dónde demonios se ira Sofía?
-          Sabes, yo voy solo tengo un par de cosas que hacer no se a que hora terminare, nos vemos ahí.
-          Como quieras, cambio y fuera.

¿Que pudo haber pasado? Debió ser algo muy grave como para que se quisiera ir, tal vez le ocurrió lo mismo que me paso a mi hace algún tiempo, pero ¿Por qué ahora? Ahora ya no es mi problema tan solo iré a despedirme como en toras ocasiones.

-          Hola, ¿Ya está lista tu maleta? – Se iba por un largo mes y yo sin poder acompañarla.
-       Mmm Si, ¿Qué haremos?, solo tengo 20 minutos. – Sus ojos se humedecían cada vez mas al igual que los míos, era raro todo esto, no sabia que decir ni que hacer.
-       Ya se, tengo sed, vamos a comprar una Coca - Cola, pero a la tienda que esta a 6 cuadras ¿si?. Sonreí como imbécil y ella correspondió de inmediato, era lógico que tan solo quería estar junto a ella.

Caminamos sin rumbo fijo, caminar por caminar durante 10 min, una banca una virgen, girasoles rosas y otras flores en frente, hablamos de muchas cosas pero en ningún momento tocamos el tema de su partida, se hizo tarde se nos fueron 30 min entre besos y miradas, la tome de la mano caminamos, poco a poco el camino hasta su casa se acortaba, poco a poco el tiempo juntos disminuía, llegamos a la puerta y una vez mas sin saber que decir.

-     Bueno llegamos, anda termina de alistarte, yo me iré a hacer un par de cosas, me mandas un SMS cuando estés en el Aeropuerto. – Solo veía la expresión en su rostro, la tristeza inundaba sus ojos a cada segundo y de inmediato me contagiaba la misma sensación
-        Yap, te mando SMS y tu me respondes peor no me llames solo SMS porque… - La lagrimas apagaron su voz, de inmediato la abrace.
-        Tranquila chiquita, si igual vas a regresar, solo vas a ir a ver a tus primos, a tu hermano, a sonsear por ahí, hablaremos todas las tardes y te llamare siempre que pueda, no te hagas problemas yo te quiero y te espero todo lo que sea necesario ¿Ya? ¿Vas a estar tranquila?, nada de llorar porque de lo que eres linda te vas a poner menos linda y yo se que no quieres eso ¿Verdad? – Yo también moría de ganas de llorar y de decir “No te vayas”.
-        Yap, pero prométeme que no vas a irte con tus amiguitas y que me vas a llamar a cada rato. – Su tono de voz cambio completamente al de una niñita indefensa.
-        Esta bien, pero no te demores mucho porque me acabas de decir que solo será un mes, tE quiero cuídate mucho y diviértete. – la abrace fuertemente la tome de la cintura y le di un beso sin lagrimas en los ojos y disimulando lo mejor posible.
-      Yo también tE quiero pero ya tengo que entrar Adiós. – Me dio un beso otra vez y abrió su puerta, al instante giro nuevamente para abrazarme una vez más. – tE quiero no lo olvides.
-          Adiós.

Se hacia tarde tenia que llegar después de que alguien mas llegue no quería ser el primero y tampoco quería llegar estando todos allí.

-        Alo ¿Que fue? ¿Donde estas? – Solo quería saber si enrique ya había llegado con el ya era suficiente, no iba a ser el primero ni el ultimo.
-          Estoy en el taxi llego en 5 minutos. – Esos 5 en realidad eran 10.
-         Ok, entonces yo llego en 15, nos vemos ahí. – esos 15 si eran 15 hasta podían ser 5 estaba a un par de cuadras.

Decidí en ese momento hacer otra llamada, no quería sorprender a nadie así que era mejor avisar que tenía intenciones de ir.
-          Alo Sofi, ¿En que momento piensas invitarme a tu fiesta de despedida?
-          Alo ¿Qué?, pero si sabias que la iba a hacer y sabes que puedes venir si quieres. – Un poco tonta, se le notaba en la voz, no esperaba mi llamada.
-          No, es que nadie me invito y yo no puedo llegar a un lugar al que no quieren que vaya.
-      Mmm no se, te paso con un amigo. – no sabia de que amigo me hablaba en cinco segundo miles de nombres pasaron por mi cabeza.
-          Alo ¿Sebastian? – La vos tan familiar me quito del trance.
-          Hola Luci, Luciana ¿Cómo estas?
-          Hola, ¿Vas a venir?
-        Si, en un rato no se dime quienes ya llegaron y pregúntale a Sofi ¿Si puedo llevar a mi novia? – Para varia Luci tan inocente, que se anda creyendo todo lo que le dicen, era de locos llevar a la  amiga con derechos o algo parecido, aun no tengo claro lo que tengo con Lucia cosa que me atormenta todos los días.
-         Sebas dice Sofía, que no la traigas. – Claramente pude escuchar a Sofí exaltadísima diciendo “ah no, que la deje en algún lado” me causo gracia i me alegro la noche.
-          Ok Lucí la dejare en algún lado ya nos vemos Adiós.
-          Chau Sebas ya nos vemos.

Llegue, encontré a enrique poco a poco la casa se fue llenando pero en ningún momento de la noche pude quitar los ojos de Carla, bajita, ojos claro, definitivamente rubia, sonrisa perfecta y sutilmente coqueta que entre mirada y mirada llamaba mi atención cada vez mas, Sofía andaba por algún lado bailando con alguien o simplemente conversando le perdía el rastro a cada segundo cosa que daba igual, era una sensación extraña, era una sensación jodidamente extraña, morir por alguien para después simplemente no prestarle nada de atención y poder vivir con eso, a media madrugada decidí acercarme a Carla, era el ahora o nunca.
Hola, ¿Bailas? – No era un experto en la materia pero definitivamente  por la belleza que tenia en frente valía la pena arriesgarse; Acepto la invitación estirando la mano. – Así que te llamas Carla…
La conversación fluyo definitivamente es fácil conversar de temas que interesan a los demás un par de sonrisas y par de preguntas, una buena anécdota y un par de mentiras piadosas son la mejor receta o mejor dicho el ritual perfecto para llamar la atención de alguien. Todo termino a las tres de la mañana, la señal para el plan B fue hecha por lo que tenia que retirarme, me despedí de la mejor manera y con una estupidez, para robarle una sonrisa a Carla, tome mis cosas y me retire,  mientras camina hacia la historia en mi cabeza, buscaba las palabras justas para despedirme de Sofía, recordando una de tantas despedidas ya hechas.

-      Bueno, yo me voy ahora y tu te iras en unos días, sabes es raro todo esto, la costumbre me dice que debo extrañarte cuando viajas a lima, es un no se que de sensaciones que en este momento me hacen dar ganas de abrazarte fuerte y desearte buen vieja, las mismas sensaciones harán que este pendiente de si llegaste bien o si llegaste mal y de cómo te va todo por allá, tal vez te moleste los primeros días, con llamadas inoportunas o mensaje sin sentido, tratare de evitarlo pero definitivamente es lo que siento que debo hacer, tu sabes que no te olvido al 100% y después de todo este tiempo se que no lo voy a hacer nunca, se que aun tE quiero pero como tu lo dijiste antes, no fluye, falta algo, solo cuídate ¿si? Cuídate, diviértete y vuelve pronto. – Un abrazo hubiera sido el cierre perfecto para la noche, cosa que fue imposible porque no reuní el valor suficiente y porque Sofía me esquivo toda la noche.

Sin decir nada decidí marcharme, al salir los grupos fueron hechos, la ruta planteada y el destino fue fijado, fuimos menos y para las la 5 de la mañana quedamos tan solo los valientes o los mas borrachos, en las afueras de la casa de Gabriel, pensé rápido y decidí hacer lo que no debí hacer.

-          Alo, Lucia sabes, no tengo ganas de ir a mi casa y no se quiero verte un rato ¿podemos conversar?
-        Oye son las 6 de la mañana ¿Que haces en al calle? anda a tu casa y nos vemos mas tarde. – contesto enojadísima, quizás porque la desperté.
-         No, estoy yendo a tu casa, estoy afuera de tu casa abreme la puerta, se que no hay nadie, me dijiste en la tarde que tus padres viajaron así que no hay ningún problema, abreme es importante. – Bajando del taxi me dirigí a tocar la puerta, pero no estaba seguro si estaba sola por eso fue mejor asegurarme.
-         Esta bien, tienes suerte por que si mi papá estuviera aquí te botaba a patadas y a mi también, ya te abro pero no hagas nada de ruido los vecinos pueden darse cuenta. – Mucho mas tranquilo espere a que me abriera. – A ver, ¿A que se supone que viniste?
-          Hola, sabes perfectamente a lo que vine.

martes, 24 de julio de 2012

Desencuentro

Entre sueños todo es tan diferente. Las sensaciones son prácticamente reales. Rara vez se siente el frio en el rostro o el calor de un día de verano, al soñar que estamos en medio de un día lluvioso no se puede percibir la humedad en la ropa ni nada de eso. Yo me encontraba en uno de esos buenos sueños. Con las sensaciones perfectas, un buen lugar, una buena canción y la mejor compañía que prefería no recordar.
Help! I need somebody, help not just anybody, help you know I need someone, help…

-          Aló, estaba durmiendo, habla al toque ¿Qué quieres?
-          Relájate guapo, hoy tenemos una misión, me invitaron a la casa de una flaca y por lo que vi en el Facebook esta simpática, me dijeron que lleve un pata y ese eres tu jajaja voy a tu casa a las 9 y de ahí nos vamos al lugar, chau chau. – No me dejo hablar, no me pregunto si quería ir, no me pregunto si iba a ir, asumió todo y corto.
-          Oe ¿Y si no quiero ir?
-          Tu no vas a querer ir, por favor no te engañes vas a estar listo desde las 8pm, así que por las puras haces finta, ya si no quieres ir no dime desde ahora para decirle a Luis, ¡carajo! vamos para que me ayudes a buscar una afortunada jajaja, ¿Vienes no?
-          ¿Afortunada? Jajaja vienes y me llevas, ¿Qué gente conocida habrá?
-          Mmm no se. A mi una flaca me invito y me dijo que solo conocía a un par de amigas que eran primas de la amiga de la tía y no se que mas de la dueña de casa y que no quería ir sola jajaja. Vamos y deja de preguntar.
-          Ok, entonces vienes a las 9pm.
-          Esta bien, chau.

Faltan cuatro horas. El tiempo sobra y no hay ningún motivo para apurarse. Tiempo, hace mucho que no se nada de Camila, es tal vez la el castigo por volver a mis errores. Quizás deba llamarla, pedirle perdón. Pero como demostrarle que solo sucedió una vez. Camila, Camila la voz angelical que se fue junto a mis fines de semana en el Montreal.
Durante la ducha repaso cada canción cantando y cada sensación, definitivamente ya olvide todo pero es tan extraña la sensación de no extrañar por cariño si no tan solo extrañas por necesidad momentánea. Una analogía simple a de ser la de un niño que quizás se antoja de un chocolate de vez en mes, dicha necesidad no se compara ni en lo mas mínimo a que el niño extrañe a su madre. Demasiadas sensaciones mezcladas y sin poder entenderlas.
Enrique llego puntual, anda llamando como loco por no subir los 3 pisos. Celular bolsillo derecho, cigarros en el pecho, errores en el bolsillo izquierdo, llaves y billetera bolsillo de atrás.

-          Oe ya bajo deja de joder con el timbre. –Grito intentando desde la ventana intetando no despertar a nadie.
-          Apura que a mi ya me esta llamando. Alo Kathy si ya estoy en camino.

Apago las luces, cierro la puerta y acelero el paso por que el tipo no dejo de joder con el timbre.

- Ya huevon maneja y vamos rápido ya que andas apurado como si la fiesta se fuera a acabar en los siguientes 10min.
-     En 10min. Pueden ocurrir muchas cosas.
Arranca de inmediato, hay que reconocer la habilidad de Enrique para escabullirse por calles que desconoce la mayoría para evitar el tráfico, de todas maneras fueron 15 min. Los que tardamos en llegar.

-     Hola, mmm te presento a mi amigo Sebastián. – Enrique presentándome siempre a la misma persona 10 veces.
-         Oe ¿Quién era?
-         No se pero estoy seguro que la conozco de algún lado.
-        Y yo estoy seguro que me la presentaste la semana pasada pero no recuerdo su nombre. Mira hacia allá ¿Ella no es tu ex?
-         Si, es Alejandra, esa mujer es loca, más que Sofí.
-     Carajo, habiendo miles, millones de personas se te ocurre mencionarla me arruinas la noche.
-      No seas nena, aparte no creo que tengamos un millón de amigos en común, te lo digo por comparar, más bien anda saluda a Kathy que te esta mirando desde la barra.
-        Mal amigo no pudiste detenerme y decir “Estas borracho y por eso la vez simpática”, esta gordita. Yo hare lo mismo y te dejare ir con cualquiera sin pensar por ti.
-        No, estas mal, has memoria en ese tiempo estaba bien ahora se ha subido un montón de peso así que relájate y salúdala, porque por ella estamos aquí.

Kathy ni siquiera la recuerdo bien. Habían muchos rostros familiares pero con nombres ausentes. Un momento de silencio mental. Luciana, Sully, Daniela, la gordita que me cae mal. Demonios. Sofí debía andar cerca, es casi imposible que anden solas. Al parecer la noche ya no era mía, con esas 5 tan cerca.

-          Oe mira para allá, están las amigas de Sofí y fijo y esta ella.
-          ¿Y yo que hago?, no seas nena. A ver ¿Que diferencia entres si están o no están?
-        Es muy simple, van a estar viendo donde estamos al instante que me ponga a hablar con alguna mujer entre ellas estarán “mira”, “mira”, espantaran a todas. Mi hermano, ya fue esta noche.
-          Mmm tienes razón ya pues a la mala a emborracharnos y caleta ir buscando el sitio mas alejado, ya sabes lo que necesitamos para una buena localización: Acceso, Visibilidad, Comodidad, Espacio, una buena ruta de escape y mujeres alrededor. Vamos por allá que ya vi un buen lugar.
-       En este caso hay que aumentarle unos 100 metros de restricción de la mala mujer jajaja.

Se hicieron las 2am. y entre copa y copa iban desfilando las amigas de sofí, Luciana la más linda, sully la más lanzada, y Daniela la nada sutil.

-          Hola sebas, ¿Cómo estas?, vine a saludarte porque no se, yo quería ir al baño pero me dijeron que por aquí, que el camino era mas fácil, pero creo que esta mas difícil jajaja.
-          Danielita, si definitivamente por aquí no vas a llegar nunca, mejor te regresas y t vas al baño que esta enfrente de donde están las demás. Ah y le mandas saludos a Sofí, dile  que no se que espera para sacarme a bailar, porque ya me debe mucho bailes.
-          Jajaja, Ok ya nos vemos mas tarde, yo le digo a la Sofí, Adiosito.
-          Chau.

Ya se hicieron las 3am. Enrique esta a punto de irse con la chica que acaba de conocer después de 2 horas hablándole a su amiga. A lo lejos solo queda Luciana y Sofía, Durante toda la noche espantaron a las que pretendía o tal vez simplemente yo no tuve ganas de nadie. Era ahora o nunca que podría ser peor irme odiándola por arruinarme la noche o acercarme, molestarla y quien sabe hasta tal vez podría reírme un rato. 

-          Hola sofí, nuevamente ni te acercaste a saludar, que mala actitud.
-          Claro yo soy la que me tengo que acercar, aquí el supuesto hombrecito eres tu, siempre es bueno demostrarlo de vez en cuando.
-          Y aquí vamos una vez mas con la discusión durante las primeras palabras, oye y que fue donde estas tus demás amigas, yo que venia a proponerles ir a comer algo por que muero de hambre y ando muy aburrido, tu que dices Lucí ¿Vamos?
-          Sebas ya llame a mi papá, esta en camino pero Sofía tiene tiempo hasta muy tarde llévatela a ella y de pasada me haces un favor porque mi papa anda muy enojado y si digo que tengo que llevar a sofí a su casa, tal vez se enoja, aparte ya viven muy cerquita, ¿La llevas si?
-          Mmm Si ella se deja, Enrique me dejo su carro así que puedo pasar por tu casa y dejarte.
-          Ya llego mi papá, Chau Sofi, Chau sebas me la cuidas y sin desviarse jajaja.
-          Adios Luci no te preocupes figurita repetida no completa el álbum.
-          Jajaja chau Luci, ni aunque me paguen solo la llevo por que tume lo pediste.
-          Jajaja par de sonso Adios.
-          Bueno yo también me voy porque tengo hambre ¿Vamos?
-          Ya pero primero me dejas en mi casa.
-          ¿Esperabas que te lleve a comer? Jajaja. – Se sonrojo de inmediato
-          No es que quiero ir a dormir tengo que llegar antes de las 3am.
-         Jajaja en mis tiempos te daban hasta la 1am. Mmm  acabas de insinuar que tienes más de media hora para perderte conmigo.
-       Ya quisieras papacito pero no y en tus tiempos también me daban hasta las 3am solo que como que a la 1am me empezaba a aburrir jajaja.
-    Au, tu no cambias pero bueno vamos agarra tu disque cartera, ¿Desde cuando con cartera?
-          Las personas cambian.
-          Si pero no tanto.

Salimos del local. Yo completamente sobrio y sin errores y ella completamente cansada por sus zapatos de taco.

-          ¿Me puedo quitar los Zapatos?
-          Si, si te molestan tanto quítatelos.
-          Uy si ya no aguanto, Oye ¿Cómo esta tu mama?, la vi hace una semana pero no me acerque a saludarla.
-          Mi mamá, muy bien, que el sentimiento de culpa hace que te avergüences jajaja, no te preocupes mi madre no sabe nada de ti, sigue creyendo que eres la perfección hecha mujer, ¿Qué cuenta tu mama?, yo a veces necesito hablar con ella para que me agilice un par de tramites, pero como a ti se te ocurrió la genial idea de decirle todo lo malo que hice sin admitir tus errores, me da vergüenza acercarme.
-          Jajaja, no le di mucho detalles así que no exageres.
-          Jajaja si lo sospeche desde un principio, tu eres incapaz de eso, es raro y no se a veces me siento mal, por que se que yo puedo ser una porquería de persona contigo pero ni por eso dejaras de hablarme y de preocuparte por mi.
-          Si no se a mi también me da cólera eso pero no puedo evitarlo, eso demuestra que podemos ser amigos.
-       Amigos dices, no Sofí yo paso de eso, Tu eres de las que dice muchas cosas hace muchas otras y después se retracta contigo no se puede, nunca hablas en serio.
-          Mmm si lo se, pero déjame ser jajaja.
-          Te invito a comer. – Si responde que si, pasare a la parte dos: “En mi casa”
-          No gracias, por que fácil y me dirás que en tu casa y yo no estoy para esos juegos. – Esta mujer siempre me leyó la mente.
-          Más alucinada imposible como si quisiera algo contigo.

Detengo el carro en frente de su casa, quito los seguros, en la oscuridad de la madrugada, recuerdo muchas otras acompañándola en la puerta de su casa esperando a que entrara, esta vez tendría que ser igual, no permitiría que cruce sola.

-          Bueno llegamos ponte los zapatos para que crucemos, porque ni esperes que te cargue.
-          ¿Cómo princesa? Jajaja, eso es para niñas, no te preoqpes yo cruzo sola ya estoy grandecita.
-          Jajaja grandecita dice la señorita, que se ríe de tonteras y que supone haber madirado en un año, das risa, pero vamos que tengo que comer algo y para eso tienes que entrar a tu casa.
-          No, no quiero que me acompañes, cruzo toco el timbre y mi papa bajara rápido no te preocupes en serio, es mas lo llamare para que me abra la puerta.
-          No. – Le sujete la mano del celular lo más despacio posible.
-          ¿Qué haces? – Su tono de voz cambio pero no agresivo de “que te sucede”, si no al sorpresa de “¿Que esta pasando?”
-          Nada yo te acompaño, no hay problema solo guarda el celular y salgamos.
-          Mejor me voy sola Adiós. – Acerco su rostro hacia a mi para que me despidiera por mi mente cruzo la idea de muchas veces, la de simplemente tomar su mentón girar su cabeza y acercar sus labios a los míos, pero como en todos esos momentos mis ganas no me daban valor.

Tome suavemente su mejilla izquierda y gire lentamente su rostro, nos miramos de frente, mi nariz choco torpemente con la suya dibujándole una sonrisa al instante, correspondí con otra, sentía el aire caliente salir por su boca, se mojo los labios cerro los ojos y me acerque. Este no era ningún recuerdo era todo real, mi mano izquierda tomo su opuesta, los dedos se entrelazaron, tomado de su mano acaricie su cintura, hasta que me detuve me aleje de sus labios lo mas rápido que pude.

-          Esta no eres tú y no soy yo.
-          Las personas cambian, se que no somos los de antes peor ¿Por que no vivir el momento?
-          Si, lo se, pero no puedo hacerte esto a ti, con otras es diferente pero contigo no.
-          No seas tonto, me he enamorado un par de veces mas pero yo se que hasta a ahora nada ha sido igual y aunque todo haya estado mal entre los dos, entiende que la gracia esta en disfrutar cada momento, aunque a veces quiero ser la de antes pero también se que no puedo, mmm no se que hago aquí, se que es un error y tal vez si tienes razón, esto no esta bien yo no tengo que estar aquí.
-          Espera.

Me acerco una vez mas, mientras ella se resiste sin fuerzas, logro encajar un par de besos mientras sus manos intentan empujarme, intentan jalarme mas que empujarme, pero definitivamente no puedo y se que ella tampoco, hemos cambiado demasiado, tal vez en el fondo sigamos siendo los mismo, pero ahora ya no se puede mas. Me alejo nuevamente le pido perdón por la situación ella corresponde también pidiéndome disculpas, cruzamos la veo abrir su puerta, ya adentro me despido con un beso si acercarme sus labios. 

-          Adiós Sofí
-          Adiós.

Definitivamente Adiós, a Sofí la perdí, solo quedaba el envoltorio, no había nada de lo que me gustaba, la inocencia y la picardía sutil había desaparecido, ahora era mas como Sully, como Angie, de las que se abalanzaban cuando podían, de las que jugaban a sentirse bien, de las que solo vivian el momento, sentían el momento, Sofí no valía la pena. Adiós Sofí, Adiós Sofía.